El Real Madrid no se puede permitir perder a un sólo jugador más de cara al partido de Euroliga que le mide este jueves al CSKA. Con siete positivos por coronavirus diagnosticados en la primera plantilla –Randolph, Yabusele, Causeur, Heurtel, Poirier, Núñez y Laso–, el conjunto blanco se ejercitó en la previa del encuentro con mascarilla, en una medida de prevención habitual en competiciones amateurs pero no en el profesionalismo.
Desde el seno del club blanco, tras conocer el martes el contagio de Núñez, Randolph y Yabusele se esperaba la suspensión del partido por parte de la Euroliga, pero por el momento, el organismo opta por disputar el encuentro ya que el Madrid contaría con al menos ocho disponibles para jugar. De cara a reforzar el roster, el cuerpo técnico liderado por Chus Mateo debido a la ausencia de Pablo Laso contará con los juniors Sediq Garuba, Urban Klavzar y Baba Miller, este último inscrito este mismo miércoles en Euroliga para que pueda participar en el choque.
Llull, Hanga, Taylor, Tavares, Vukcevic y Williams-Goss son los jugadores que podrán participar en el partido si no hay novedades de última hora. Rudy Fernández, de baja debido a dolencias en el encuentro ante UCAM Murcia del pasado fin de semana, podría llegar al choque aunque no al 100%. Todo ello si la Euroliga no cambia de opinión y aplaza el choque o si no se produce un nuevo caso positivo en el Real Madrid, algo que se trata de prevenir desde los entrenamientos.